Aproveché el feriado del día de comercio del lunes para invitar a unos amigos con unos ñoquis del 29 y ahí me enteré que un par de muchachos que trabajaron de mozos en el restaurante que tuve en avenida Colón, eran ahora ñoquis. Uno en la Legislatura y otro en el Concejo Deliberante.
Ibamos a brindar por ellos, pero nos pareció inapropiado, así que seguimos con otros temas menos agradables como la suba de precios, los impuestos y los baches en las calles.
En eso alguien contó que el gobernador andaba por México y a mí se me ocurrió preparar un guacamole, que puede ir solo o acompañando cualquier cosa.
Arrancamos picando bien finito cebolla colorado y perejil o cilantro, según prefiera. Como se están picando fino en el peronismo después de que De la Sota dijo que no será candidato a gobernador.
Después, pelamos un tomate y lo cortamos en cubitos pequeños. Como lo quieren cortar en el radicalismo a De Loredo por sus bromas tuiteras.
Tomamos un chile o ají picante (o como a usted le guste llamarlo), y lo picamos. En función de lo picante que le guste, le dejamos las semillas o se las sacamos. A más semillas más picante y viceversa. Tan picante como la interna del kirchnerismo cordobés, donde se tiran con ajíes por todos lados.
Pelamos las paltas maduras, le sacamos el centro y las cortamos en gajos. Como se están cortando en Unen nacional.
Ponemos todo en un bols con sal y abundante jugo de limón recién exprimido. Como intenta exprimir Cristina su disputa con los fondos buitre.
Con un pisapuré, tenedor o con la mano, mezclamos y aplastamos bien. Tan aplastado como arranca Giacomino su campaña a intendente.
Un toque de heladera y ya está listo para disfrutar.